Luego de un mes de gira con participación en
el Final Four de la Liga Mundial y la medalla de oro en los Juegos
Panamericanos en Toronto, la selección de voley volvió a Argentina.
El equipo dirigido por Julio Velasco tuvo la gran aparición de
Luciano Zornetta. El opuesto de 21 años, actual
jugador de Boca Rio Uruguay Seguros, se sentó en el banco de El Suplente para contar la vivencia de
un logro que tardó dos décadas en repetirse, su presente en el club de la
rivera, y el cercano Mundial de Japón.
Luciano festeja, y cómo no hacerlo si el oro es argentino.
Luciano Zornetta tuvo un ingreso vital en la
recuperación de la Selección en el cuarto set de la final en Toronto, cuando parecía que Brasil se
llevaba el oro. Al respecto, él aceptó la superioridad de Brasil en un tramo del
partido, por lo cual al momento de entrar “deje todo para que el equipo
volviera a cambiar la forma de jugar desde la parte anímica.” Con esa
intención, la Argentina revirtió el partido y ganó con parciales de 25-23, 18-25, 19-25, 25-23 y 15-8. Sobre su actuación, Luciano expresó: “Estoy contento de
haber entrado y de haber podido cambiar el partido.”
“Nos muestra seguridad y confianza.” Eso
genera Julio Velasco, el arquitecto del gran presente de la selección.” Con
respecto a la capacidad ambidiestra para definir de Luciano, Velasco le dice
que “Atacar con las dos manos es una virtud. Pero no tenés que usarla todo el
tiempo.”
Será un arma a tener en cuenta próximamente,
ya que el 24 de agosto la selección partirá hacia Italia como preparatoria al
Mundial de Japón, otro gran objetivo de esta camada de jugadores que ya
cumplieron con un oro que tardó veinte años en volver a ganarse.
En el plano local, Zornetta viene de renovar
contrato con Boca hasta junio del año que viene. Sin embargo, él cree que “las
chances de ir a Europa van a aparecer y si se puede se hará.” Aunque la idea de
quedarse en Argentina y disfrutar de jugar en el club que ama es algo que lo
tiene satisfecho.
En el plano personal Luciano no ocultó sus
ganas de estudiar algo relacionado al deporte que ama, y la posibilidad de ser
técnico de voley lo seduce. Y si de seducción se trata, él tiene la recete
perfecta. A penas regreso al país se encargó de preparar una cena con su novia,
en donde el brindis por el gran presente fue muy disfrutado. “Pollo al verdeo
con vino blanco. Ella lo disfruta y a mi me encanta prepararlo.” Eso dijo
Luciano al consultársele el menú de la cena.
Pero pensando en brindis y en victorias debe
estar la madre de Luciano, ya que es ella la encargada de coleccionar las
medallas y menciones que su hijo va ganando. Será momento de avisarle que arme
espacio, porque con esta selección los logros no van a faltar.
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