¿Qué será sin Román?

Ya está, ya se fue. Ahora Boca tiene un complicado desafío por delante, demostrar que hay vida después de Riquelme. Y para Bianchi será un reto a sus capacidades como técnico.

Innegable la calidad y capacidad de un jugador como Riquelme, pero a Boca le hacía mal. El club de La Rivera era dependiente del enganche, tanto que con JR en cancha no perdió ningún partido del último torneo pero sin él le resultó casi imposible cosechar los rendimientos y resultados necesarios para ganar un torneo del que terminó segundo.

Riquelme ya fue presentado en Argentinos Juniors donde disputará la B Nacional.

Carlos Bianchi no pudo encontrar la respuesta necesaria en el resto de sus jugadores, exceptuando a Agustín Orion y a un muy jovén Lautaro Acosta, ni en Fernando Gago, ni en Daniel Diaz, ni en Juan Forlín, y en ninguno de los jugadores que llegaron a reforzar el plantel. Por otro lado, un Riquelme que a pesar de no perder la idolatría, no venía siendo tan aguantado por el público o la critica. Sin embargo, con el correr de los partidos y la continuidad de juego, Román se hizo clave para conseguir las victorias que hacían ilusionar a los hinchas con un posible título que jamás llegó.

Ahora, con la partida de Riquelme a Argentinos Juniors, Boca deberá demostrar que sigue siendo el mejor o uno de los mejores clubes de la Argentina, y que tiene a uno de los técnicos más ganadores del fútbol local. Bianchi deberá ser capaz de darle una identidad de juego nueva a su equipo, con nombres nuevos y la necesidad de volver a ganar un título para que su cargo y el de muchos dirigentes pueda mantenerse.

A favor de lo que actualmente está haciendo Boca Juniors, hay que resaltar las que, a mi criterio, son las mejores incorporaciones en años que realiza el club. Jugadores jóvenes, con experiencia pero sin títulos en su haber, y que son buenas soluciones a los puestos que no funcionaron o que se fueron. Hablamos de Castellani, que viene a intentar ser un conductor de juego junto con Gago y Erbes; Carrizo proveniente de Rosario Central reemplazará la banda izquierda que Sanchez Miño dejó vacía; Meli tratará de ser eficiente por derecha; Caleri peleará el puesto con el Burrito Martínez; y finalmente ya se confirmó la llegada de Chávez de quien se espera pueda ser el goleador del equipo si Gigliotti no logra mejorar su rendimiento.

El gol de Calleri que le dio la victoria a Boca contra Nacional de Uruguay en el último amistoso.

Sumado a las incorporaciones puramente del fútbol argentino, el rendimiento de algunos juveniles también será determinante para el porvenir xeneixe. Magallán, Palacios, Acosta y Marín son opciones que Bianchi tendrá en el banco y que vienen pidiendo lugar desde las actuaciones en donde estuvieron a préstamo o formando parte del plantel en el torneo pasado.

Además, Orion y Gago ahora son los lideres, los responsables y la voz de mando del equipo dentro de la cancha. Su rendimiento será el primero en ser cuestionado y por eso tienen que demostrar más que ninguno.

Los nuevo líderes del plantel son ahora Orion y Gago.

Por ultimo, habrá que ver como se para el equipo. Desde las prácticas y los amistosos, pareciera que Boca seguirá jugando con un enlace, pero si no funciona quizas podamos ver otro planteo. La primera dependerá de quien tenga la tarea que Riquelme dejó; La segunda nos dejará ver un equipo más sólido donde los rendimientos defensivos y de los volantes centrales subirán. A pesar de lo que podamos pensar, la principal deuda que tiene el plantel de Bianchi es la cuota goleadora. Ni Martinez ni Gigliotti han podido marcar lo suficiente como para darle seguridad al equipo en ofensiva.

El sábado ya será una prueba que marque el transcurso de Boca en la temporada, se jugará el pase a octavos de la Copa Argentina contra Huracán. Y por más que no sea la competición más importante que tiene por delante, clasificar a la siguiente ronda puede funcionar para mejorar la cohesión de un equipo que todavía está en formación.

Martín Ismael Juara, el suplente con la 14.